Mansión Valeska

Entré a casa satisfecho, a la distancia había visto la reacción de Angelus... Aquel hermoso ángel asesino de cabello rojo y ojos de esmeralda... Ya sabía que estaba en Londres, y que iba tras ella...
-O eres mía o caes ante mi- sonreí y me dirigí a mi recámara, me tumbé en la cama y al poco tiempo me dormí

Desperté solo en aquella gran cama de aspecto mitológico, toda la noche había pensado en ella... En ese ángel fugitivo que me las debía todas juntas...

Caminé al armario y saqué un traje sastre, me cambie y tome las llaves de mi auto
-Una copa no me caería mal- susurré, saliendo de la casa

Aparqué el auto y lo rodeé para abrile la puerta a mi hermosa cautiva
-Vamos Angelus, sal del auto- susurré levemente divertido, al ver que ella se cruzaba de brazos, -No seas niña, puedo llamar a los guardias y que te saquen a la fuerza- sonreí, tomandole la barbilla

Entre siguiendo a Angelus... Aquella hermosa pelirroja de fuego...
-¿sabes?- murmure divertido, -He tenido caballos iguales a ti... fogosos y desobedientes- reí, -Nada que una buena mano de hierro no logre aplacar- camine hacia ella y acaricie su mejilla; ella retrocedió con un gesto de asco, lo cual me hizo reir aun mas, -Vamos... ¿a quien vas a acudir?, ¿a Giancarlo?... Hermosa, el te vendió- camine hacia la barra y servi dos copas de coñac, me acerqué a ella y le di una, -bebe- ordené, vaciando la mia de un trago, ella solo me miró ceñuda y enfurecida, le quité la copa y la tomé de la cintura, con fuerza medida la acerqué a mi, -Mejor ve haciendo a un lado tu mal caracter... Ahora me perteneces...-

-Ni lo intentes- susurré, adivinando sus intenciones, la tome con suavidad del cabello y tire de él hacia atras, dejando su blanco cuello de cisne al descubierto
-Eres tan exquisita- murmuré, besando suavemente su cuello, ella forcejeó nuevamente, logrnado soltarse lo suficiente para asestarme un golpe en la cara... Sonreí y la mire, -Había olvidado que te pesa la mano- reí, tomandola con mas fuerza de la cintura, la acerqué a mi y la bese con intensidad, mientras ella se debatía en mis brazos

Reí y la tomé de las muñecas, subimos las escaleras y entramos a una habitación amplia y decorada en tonos rojo y plata
-Tu habitación... Esta será, a partir de ahora todo tu mundo- reí, empujandola a la cama, -Eres hermosa... Un trofo digno de un rey- susurré desde el umbral de la puerta, -En el armario hay ropa, quiero que te quites esos harapos, a partir de ahora, te vestiras como corresponde a una dama Valeska...- salí y cerré la puerta tras de mi, puse llave y me quedé un momento de pie en el pasillo, los golpes sordos de sus puños contra la puerta se fueron pagando poco a poco, al tiempo que su llanto iba en aumento...

Abri la peurta
-Bien.. asi me gustas hrmosa, sumisa y sensual- la tome de la mano y me acerqué a ella, -Eres toda una dama- sonreí y le bese el cuello

Le tendí la mano a Angleus, indicandole con un gesto que me acompañara... En el comedor nos esperaba una mesa puesta con delicadeza, una botella de champagne y un platillo exótico, de manos de mi chef personal
-Sientate querida- susurré, corriendo la silla cerca de mi para que se sentara, Un guardia entró de prisa y me llamó aparte

-¿Que quieres?- susurré con frialdad
-Señor... Hay un niño que...-
-¿Que?.. dilo!-
-Viene por la señorita Citta-
Frunci el ceño amenazante
-Perdon señor... viene por la señorita Valeska-
-Diganme que lo tienen dominado ya- sisieé
-Si señor... lo tenemos afuera en el jardín, ¿que hacemos?-
-Traiganlo...- sonreí y caminé de vuelta a la mesa, cogí el teléfono y marqué... Esperé pacientemente hasta que respondieron, sostuve una corta charla y colgué complacido, mire a Angelus, lucía realmente hermosa en ese vestido
-Querida- susurré, rodeando la mes y parandome detras de ella, -Tenemos un invitado de última hora- sonreí al ver que ella palidecía levemente, -Creo que tu lo conoces- reí, haciendo una seña para que entraran al comedor

-Querida tenemos un invitado de última hora creo que tu lo conoces-

La chica palideció y apretó los puños por encima de la falda del vestido, "Por favor.. que no sea él..." pensó desesperada...
-Mira lo que trajo la marea!- susurró Valeska irónico. Angelus ahogó un grito al ver a Gaspard de pie frente a ellos
-Sueltalo!!- exclamó furiosa la pelirroja, -Ya me tienes, ¿Que mas quieres?- susurró con frialdad, mientras miraba con aprehension hacia el chico, el ruso solo sonrió levemente ante la mirada colérica de la chica
-Andréi... Por favor- pidió Angelus, -Déjalo ir.. Te lo suplico...- apretó los labios y clavó una mirada desvalida en Valeska

-¿Acaso... acabas de suplicar por la vida de este niño?- pregunte sorprendido
-Si Andréi... Dejalo ir, el no te puede causar ningun daño... es solo un niño- Angelus enfatizó la última frase con cierta frialdad, aunque su mirada era de dolor y tristeza
-Pero tu lo has entrenado preciosa...- le tome la barbilla y acaricie su mejilla, -¿Pretendes que crea que es un simnple niño?- rei brevemente con burla, -Quiza le falte entrenar, pero no es común...- susurre muy cerca del oído de la chica, -Llevenlo abajo... un pequeño escarmiento no el vendría mal... solo.. no toquen ningun organo vital-

-NOO!!- la chica se había puesto de pie y tenía acorralado a Valeska contra la pared, apuntaba a la vena del cuello con un cuchillo para ostiones, -Será muy doloroso si te mueves, o si a él le sucede algo- sisieó con frialdad, enpujando la punta del cuchillo contra el cuello del hombre
-Vaya, vaya... Asi que es más que solo un niño- Valeska dejo salir una carcajada, -Que tierno!!- dijo con sorna, -La salvadora se enamora de su entenado-
-Calla Valeska- espetó Angelus, -Ahora.. ordena que lo dejen ir- sisieó
-¿O que?- la mirada de Valeska era fría y desapasionada, -Lo que daría por que me quieras aunque sea una minima parte de lo que lo quieres a él-
-Sigue soñando imbécil- la respiración de la pelirroja era superficial, estaba totalmente tensa y dispuesta a cortar de tajo la garganta de Andréi si alguien osaba tocar a Gaspard, -¿Estas bien?- susurró con voz suave hacia el chico, este asintió levemente y sonrió debilmente

-Grave error Angie...- sonreíó y golpee a Angelus en la boca del estómago, dejandola sin aire, ella soltó el cuchillo y cayó de rodillas, con las manos sobre la alfombra, -Te dije que de ahora en adelante me perteneces- espete, dandole una patada en las costillas y tomandola del cabello la obligué a mirarme, -Eres fuerte Angie... Soportarías mis medidas "educacionales"- reí brevemente y acaricié sus labios, -Esto es solo el principio- susurré y le hice señas a los guardias, -Lleva a la señorita Valeska a su recámara... Y en cuanto al niño... llevenlo al "depósito"- reí y me senté en la gran mesa a cenar, mientras mis cautivos eran llevados en diferentes direcciones

-Pietro!!- exclamé con voz fuerte
-Si señor- murmuró nervioso
-Baja a ver como esta el niño... Esa será tu tarea, cuidarlo- espeté con frialdad, -Pero antes... ve que nada le falte a Angelus, ¿quieres?- le di la espalda y caminé hacia la sala, me tumbe en el sofá y cerré los ojos

-Señor... La señorita Valeska quiere verlo en su recámara-
-¿A mi?- murmuré extrañado
-Si señor... yo.. me he tomado la libertad de hablar con ella... Ha entendido que usted es un jefe generoso, y ella una bella chica, digna de ser una Valeska-
-Vaya Pietro.. te subestimé... De acuerdo, subire de inmediato...- el guardia se alejó y yo subí hasta la recámara de Angelus, abri la puerta y la encontré recostada en la cama, vestía un sensual baby doll rojo y el cabello de fuego regado sobre la almohada
-¿Llamaste preciosa?- susurré, ella se puso de pie y caminó con paso suave y cadencioso hasta donde yo estaba