Hospital General

Asenti suavemente, mientras otra lágrima rodaba por mi mejilla
-Chelsea-
Susurré casi inaudiblemente, sintiendo los parpados pesados, cerrando los ojos y sumiendome de nuevo en el sopor intranquilo

Abri los ojos lentamente mirando la luz filtrarse por las persianas bajas
-Angie..-
La voz de Pietro me sobresaltó, Armand me miraba con alegría
-Mamá, mamá, mamá-
Chillaba entre risitas, tirandome los brazos para que lo subiera conmigo
-Armand, deja a mamá descansar.. Aun no esta bien..-
Susurro Pietro, sujetando a Armand de los hombros con suavidad
-No.. Déjalo.. Ven aqui, mon ange..-
Susurré, incorporandome a medias mientras el pequeño luchaba por subirse a la cama
-¿Te has portado bien?-
Murmuré con un hilo de voz
-Si mamá-
Me respondió con su vocecita aguda y clara
-Me alegro-
Respondí con suavidad, acariciando su cabello con aire ausente
-Armand, ¿por que no vas a buscar a papá?, esta aqui a lado, con el tío Iván-
-Tio Ivan!!-
chillo el pequeño, saliendo a toda carrera y entrando como torbellino al consultorio de su tio y abrazandose de Gaspard.. Pietro cerró la puerta tras él y me miró largamente, sentandose al borde de la cama
-No fue culpa tuya Angie..-
Levante la mano para atajarlo
-Estoy harta de que todos intenten hacerme sentir mejor.. Ivan, Gaspard, tu.. Solo falta Julia y el cuadro estara completo-
El me miro con el ceño fruncido, sopesando mis palabras
-Nadie te dice las cosas para hacerte sentir mejor Angelus, te las decimos por que son la verdad, hablé con Ivan despues de que Gaspard lo hiciera.. Lo que te han dicho es cierto, el bebé no se estaba desarrollando como debería, tarde o temprano iba a morir, lo de Valeska fue solo.. Uno de los catalizadores, en realidad, Ivan no se explica como es que aguantaste tanto, tu organismo lo impresiona, ni siquiera tuviste molestias, salvo las nauseas.. Quien sabe que hubiese sucedido si no venias a verlo..-
Todo el rato mantuve la mirada firmemente apartada de mi viejo amigo, aquello era mas de lo que podia soportar
-Angie.. Tu creiste que.. ¿Era de él?-
Susurro con un hilo de voz, a lo cual simplemente asentí sin animo
-Pero era de Gaspard.. Al menos eso es un alivio-
-¿Alivio?-
Sisee, mirandolo fijamente, con los ojos como brasas
-Ah claro!.. que alivio!.. No era de Andréi, fiuuf!..-
Masculle, cada palabra destilaba sarcasmo y amargura
-El no merece sufrir tanto..-
Murmure, y Pietro supo al instante que me refería a Gaspard
-Angie.. No vayas a cometer una estupidez-
Posó sus grandes manos sobre las mias, con un atisbo de temor en su mirada, ya que la mia era decidida

Me obligué a devolverle la sonrisa
-Si, adivinaste..-
Susurre, mirandolo fijamente
-Ahora que estoy conciente, no aguanto un segundo mas aqui..-

Suspire y tome la bolsa y la toalla, me dirigi al baño y abri la llave de agua caliente, dejando que aquella sensacion se resbalara de mi cuerpo
-¿Sera lo correcto?-
Pensé, mirando fijamente mi reflejo en el espejo empañado, despues del baño.. Me vesti con lentitud y sali, componiendo la imagen que deseaba darles a todos
Es lo correcto..
Pense con acritud
-¿Listos para irnos?

-¿A donde iremos?-
Susurre, levemente tensa, girando sobre el asiento y mirando a Gaspard fijamente
-¿Por que no mejor me dejan en casa y van ustedes?-

-Si inspector... no tenía ningún tipo de identificación... si señor...a sus órdenes...
Más voces lejanas e incompletas... ¿Por qué no me dejaban todo en paz ya?
Intenté moverme pero no pude...todo mi cuerpo se negaba a responderme... tampoco me sentía con fuerzas para hablar...es más, creo que tenía algo atravesando mi garganta...plástico... puaj!

Así estuve no sé cuanto tiempo hasta que reuní la fuerza suficiente para entreabrir los ojos y los cerré ante una luz cegadora... fui acostumbrándome a aquella luz y al final ya pude ver donde estaba.
‘’Genial...un maldito hospital’’ miré hacia la puerta y vi a un policía sentado en una silla echando una cabezada ‘’Y con la policía...vaya, esto mejora...’’
Como pensaba me habían intubado y me estaban dando ganas de vomitar...de verdad...pero aguante y examiné la sonda que tenía inyectada en la vena...era sangre y suero lo que me estaban proporcionando esos dos tubitos semitransparentes.

Escuché la puerta y al instante me hice la dormida.
-La ingresaron hace unas horas, ya le extraimos la bala del tobillo derecho y le cerramos las heridas. No podrá andar hasta dentro de unas semanas quizás, como mínimo una y con muletas.
¡¿Qué?! Joder...otra vez coja...lo mataré...juro que lo mataré...
-También tuvimos que ver lo de la costilla, una de ellas se fracturó y rasgó el pulmón izquierdo.
-Bien... pues ahora solo queda ver como va evolucionando y en cuanto se despierte me avisan.
-¿Es peligrosa?
‘’¿Yo peligrosa? Qué va...’’
-De momento no sabemos nada sobre ella pero todo indica a que pertenecía a una de las mafias, últimamente están dando muchos problemas entre ellas.
-Entiendo. Le mantendré informado inspector.
-Gracias Doctor.

Cuando se largaron todos volví en mí y resoplé hastiada de aquella situación...tenía que pensar que haría...

Estaba en una de las enormes salas de espera cubriendome con un pañuelo la hemorragia del pecho, me ardia infiernos esa maldita herida, y esperaba que no hubiera ningun italiano por aqui. Pasaron varias personas hablando uno de ellos...gabardina cafe, sombrero...era un inspector. Genial lo que me faltaba, mas justicia. Suspire por lo bajo esperando que fuera mi turno, sin llamar mucho la atención.

-Leon Braginski- se oyó a un médico con tabla en mano llamar mi nombres, me acerque y estreche su mano, trate de ocultar mi acento lo más que se pudo y me paso a una enorme habitacion blanca, me deshice de mi chaqueta y playera y el doctor examino ambas heridas.

-mmm herida con arma blanca en el pecho- toco la herida y cerre los ojos unos momentos por el ardor que se sintió, el doc luego examino el hombro y también murmuro algo.

-...Una bala...posiblemente haya estado con la chica...- Chica? alze la ceja al oirle...Lucia estaba aqui? y posiblemente ese inspector la este buscando para un interrogatorio. Segui con la vista al doc que salia de la habitación unos momentos hablando con la secretaria.

-Señorita...traigan al inspector...tenemos otro herido por la riña- oh no! no no no! traerian al inspector y seguramente seria arrestado, mire a mi alrededor...algo tenia que hacer antes de que apareciera ese hijo de puta.

Aprete los puños para solo decir por lo bajo una maldición en ruso, estaba en un grave problema y lo peor es que yo mismo me habia encerrado en el.

Me comenzaba a impacientar el no poder moverme de allí y saber que estaba condenada si esperaba a que mis heridas se curaran...iría directamente a la carcel y no lo iba a permitir.

Estaba bastante débil aún, pero como pude me saqué el tubo de la garganta y tosí.
-Cof...cof...
El ruido despertó al policía que había en la habitación y vino hacia mí.
-¿Pasa algo?-puso una mano sobre la pistola.
-Yo... quería...necesito..ir al lavabo por favor...-puse una mirada inocente y suplicante cargada de dolor...lo último era lo más real puesto que lo sentía de verdad.
-Llamaré a una enfermera.

Dicho y hecho... llegó una enfermera y le expliqué que tenía que ir al lavabo y si podía llamar a mis padres...me denegó lo segundo pero trajo una silla de ruedas para lo primero y me sacó al pasillo, le dije que el policía era un cerdo y que no quería quedarme en ese aseo.
Cuando estuve en el baño fue rápida y la noqueé ocultándola en el baño mientras salia al pasillo con la silla de ruedas.

Iba despacio porque me dolía bastante la muñeca derecha, la tenía vendada incluso...pero la sed de venganza podía más que...
-Alto señorita...
Un pie frenó la silla de ruedas.
-Vaya...inspector-que casualidad.

Abri un poco la puerta para observar al médico charlar con un sujeto de sombrero y con una gabardina, mierda era el Inspector. Cerre la puerta y suspire, de nuevo me lleno la mente la idea de que pudiera haber algo que me salvara. Me dirigi a los cajones y busque algo que pudiera utilizar, no habia nada util.

Revise varios y solo me encontraba con instrumentos de medicación y...

-¿Qué tenemos aqui?- Incline mi cabeza analizando el objeto, era una pistola tranquilizante. La tome y la abri para revisar el cartucho de sedantes, tenia las 8 inyecciones en su lugar y para mi fortuna habia 4 esferas con 8 inyecciones en cada una.

La puerta se abrio y rápidamente me guarde el arma y los sedantes.

-Recuestese señor Braginski- dijo el médico antes de insertar la aguja en mi pecho para empezar a suturar la enorme herida. Cerre mis ojos por el dolor dejando de lado el hecho que odiaba las agujas, pasaron algunos 15 o 20 minutos antes que acabara de cerrarme la herida.

-Ahora...la bala- el doctor se acercó a los cajones y los abrió, notaria que faltaba el tranquilizador y me arrestarian, en lo que el se acercó la saque lentamente del pantalon.

El médico abrio el cajon y efectivamente noto la ausencia del arma -...Seguri...- no termino la frase al caer dormido por el quimico que dispare directo al cuello, ahora mas que nada debia escapar de ese lugar. Me asome por la puerta, y observe al inspector alejarse rápidamente a otro lugar...excelente. Sonrei y después como pude sali de la habitación a toda prisa.

-Está usted bajo vigilancia, no puedes salir-informó el inspector mirándome con seriedad.
-¿Bajo vigilancia?-le dije aburrida...ya lo sabía.
-Exacto, eres sospechosa de...
No lo escuchaba...ahora estaba mirándo como alguién salía de la consulta del doctor de urgencias y...

-Mierda! Tú!
Era el ruso... dios...si tuviera ahora mismo una pistola entre manos le reventaría también los tobillos pero joder.
En inspector se dio cuenta y se asomó para ver...cosa que aproveché para seguir me camino con la silla lentamente mezclándome entre los demás enfermos. Miré hacia atrás y no vi a nadie, perfecto, lo había logrado, lo había despistado.
Avancé perdiéndome un poco entre los pasillos y pensé en bajar al parking, a ver si hubiera un coche adaptado o una moto...algo!

-Alto! Policía!
Bien...y ahora el policía de mi cuarto. Rodé las ruedas con más fuerza girando la esquina casi derrapando. Al final había un ascensor...tenía que llegar!
Corrí todo lo que pude sobre las dos ruedas y me metí en la pequeña cabina acompañada por una camilla y dos doctores más.
-¿A dónde van?-les pregunté inocentemente mientras las puertas se cerraban.

Camine tranquilo hacia la puerta y saque mi telefono del pantalon cuando me voltee al oir una voz llamandome.

-Mierda! Tú! Era Lucía y estaba con el tipo de sombrero...el Inspector. El sujeto se volteo a mi, era ahora o nunca.

-Oye tu!- El tipo me grito a lo cual comenze a correr e incie mi juego favorito: El Gato y el Raton. Corri directo a las escaleras y subi sin quitarme al tipejo gordo de encima. Un pasillo lleno de gente, genial. Empuje a varias personas fuera del camino a lo que el inspector se detuvo y me perdió. Me oculte tras otra sala y finalmente hice una llamada, un amigo mío de aqui de Londres y necesitaba un favor.

Colgue el telefono luego de la llamada y me dirigi a uno de los ascensores tomando antes unos lentes y una bata las cuales no dude en usar...después de todo era válido en este juego, me subi al ascensor donde habia otro sujeto, me recarge dando un respiro de alivio pero no me duro mucho al ver a alguién en silla de ruedas subir.

-¿A dónde van?- Me acomode los lentes y trate de sonar lo más natural posible.

-Quirofano- Dije seco, casi cortante.

Una vez se cerraron las puertas suspiré y ya más tranquila me dediqué a pensar. ¿Qué podía hacer ahora? Dios...atrapada en el hospital con la poli siguiéndome por todas partes y...uff...que estrés.
Sin armas, sin poder andar o correr, sin nada para defenderme o pedir ayuda...la vida era una mierda, al menos la mía.

Paramos en dos plantas y ya solo quedamos un médico y yo. Pulsé el botón del parking y esperé.
Mientras bajábamos miré de reojo al médico... me era familiar... miré más abajo y entonces vi una mancha de sangre sobre su pecho, atravesando la bata blanca. Su aspecto cansado y...esas magulladuras en la cara lo delataron.

-¿Tú también vas al parking no?-le dije con algo de resentimiento en la voz...sabía perfectamente quien era.

Ni siquiera le mire aunque ya me habia reconocido, el disfraz no era para despistarla a ella.

-Ya tengo transporte querida- Me lleve la mano al pecho que a pesar de la sutura me ardia y dolia un poco por el esfuerzo fisico que habia hecho, aun faltaba mucho para salir, el Estacionamiento podra estar cerca pero estaba seguro que alguien nos estaba esperando.

Saque el arma tranquilizadora y me puse en posición diciendole aun sin mirarle -Necesitas protección antes de que escapes?- Las puertas se abrieron lentamente, debia tomar una decision rapido.

-Yo no necesito protección ni ayuda de nadie...-mascullé antes de escuchar la campanilla del ascensor y salí la primera empujando las ruedas de la silla.

El parking estaba todo a oscuras y solo había unas cuantas personas que caminaban lentamente cerca de sus coches. De momento no veía ningún poli...mejor.
-Vía libre-le informé.

Sali del ascensor a la señal aun con tranquilizante en mano y me acerque un poco al centro mirando a mi alrededor, debia saber si habia llegado la ayuda o no. Silbe en una tonada de señal rusa y no tardaron en responderme.

-Perfecto...- me quite la bata y los lentes y me acerque mas disparando un tranquilizante al primero que se asomo, estaba vestido de manera policial.

-A quien creen que pueden engañar?- Salieron los demas de los automoviles, eran como 4 o 5 polis mas. Genial, afortunadamente no estaban armados mas que con Macanas, mas genial aun. Se acercaron y el primero simplemente le tome del brazo y lo someti usando el tranquilizador para inyectar 4 sedantes a la vez, cayo inmediatamente por la sobredosis.

Los demas retrocedieron y pude dispararle a otros 2 antes de que el ultimo subiera a su auto y lo pusiera en marcha contra nosotros.

Cuando creía que estaba todo en orden aparecieron los policias y me giré al ver que él tenía un arma...tranquilizantes...pero al fin y al cabo un arma. Me quedé pegada a una columna como si aquello no tuviera que ver conmigo.
Uno de los polis pasó por mi lado.
-Rápido, acaben con él...por favor...va a matar a alguien tiene un arma-le dije actuando para recibir el oscar.

Se alejó hacia el ruso y aproveché para acercarme a uno de los polis que habían caido presa del sueño.
-Veamos que tienes para mi...-con algo de dificultad me agaché un poco y le quité del cinturon una pequeña pistola reglamentaria, ahora tenía el poder.

Me dejé la pistola sobre el regazo y avancé hacia la salida. Tenía que ser una imagen bastante cómica ver a una ''pobre e inocente'' chica en una silla de ruedas con la vía intravenosa aún colgando de la muñeca y una automática entre las piernas. Tenía...debía! salir de allí.

Me deshice del ultimo estorbo que se acercó en un intento por poder someterme, instintivamente solte el tranquilizador y comenze a caminar para salir del edificio dejando a la chica atras.

-Te vere luego Lucia- dije sin mirar atras y solo di un ultimo vistazo hacia atras -...Siento lo de tus tobillos- me voltee de nuevo parsa abordar un automovil color rojo sangre que me esperaba afuera del estacionamiento -En verdad- dije casi en un murmuro antes de cerrar la puerta y que el auto se pusiera en marcha hacia el norte, lejos de el hospital y el inspector, lejos de la policia y lejos de aquella chica que me volvia mas docil sin saber siquiera el porque

Vi como me adelantaba y salía del edificio. Empujando las pesadas ruedas de la silla logré salir yo también y lo vi alejarse.
¿Qué lo sentía por lo de los tobillos? ¿Qué lo sentía? Me dieron ganas de reventarle la cabeza de un disparo allí mismo...pero no pude...no se porqué...
Simplemente vi como se montaba en un coche color rojo del cual memoricé la matricula y se marchó.

Suspiré y me detuve en medio de la carretera. A esto un coche frenó a unos centímetros de mi y apunté con el arma al conductor.
-Taxi-dije con una amplia sonrisa.
Me tiré dentro del coche y lo apunté a la sien.
-Necesito que me saques de aquí. Ahora mismo.