Mansión Stanislav

-Tienes un hermano simpático Mark-dije entre dientes-Asi que Bryan quire hablar conmigo... Me llevaré el chaleco, no quiero que me dispare en el otro pulmón-solté una carcajada.

Me senté al lado de Mark.
-No quiero trabajar para Bryan-dije seria-Me niego a estar bajo sus ordenes...Despiertate por favor...
No sé cuantas horas más pasé a su lado. Cuando ya era noche cerrada volví a casa de Helina.

LLegué a casa de Mark y subí a su habitación a paso lijero. Llegué y comprobé la máquina, después le di un beso y me senté a su lado.
-Sabes, voy a ir a hablar con Bryan... No me puedo quedar mucho...

*55 minutos más tarde (que se sepa que técnicamente le hablé todo el rato)*

-Bueno, será mejor que me vaya-le di un beso de despedida y me fui.

Llegué a la mansión Stanislav con un fuerte taconeo en el suelo. Las sirvientas de la casa me recibieron con mucho, mucho asombro. Hacía tanto que no aparecía por allí...
Entré como si nada, porque, de hecho, esta fue mi casa y lo seguía siendo.
Hace poco que me enteré del coma de Mark, lo cual me dejó asombrada, y me sentí realmente estúpida al marcharme tiempo antes. Por ello, al tanto de que ahora Bryan era el mandamás de la mafia Rusa sin mi toleración, vine a recuperar lo que es mio. Mi puesto, mi casa... Todo lo mío. Oficialmente, aún me pertenecía.
Subí a la habitación donde estaba Mark. Lo mire con los labios fruncidos, negando con la cabeza. Era tan deprimente verlo ahí...
En este tiempo, había cambiado mucho aparentemente, él seguía igual, salvo que parecía haber envejecido y palidecido más de lo normal. Cargué mi pistola, la guardé en un cinturón de mi cintura y cruzada de brazos, me asomé al valcón.
Sonreí de oreja a oreja, Vera había vuelto, y ahora sería mucho más dura... Por Mark, por todos. Salí de allí sin rumbo fijo.

El tiempo había pasado inevitablemente, el cuerpo de Mark aun estaba inmóvil en su cama y conectado a las maquinas que le hacían estar aun vivo.
En este estado Mark era capaz de percibir todo lo que pasaba a su alrededor, pero por mucho que el quisiera o intentara moverse era incapaz.
Mark sabia perfectamente que dos opciones tenía, una de ellas era ir hacia la oscuridad, la paz eterna, el último adiós. La otra era regresar por donde había venido, volver a sentir y recuperar su cuerpo. Para las dos opciones necesitaba valor para enfrentarse a cualquiera de las dos. Oscuridad o luz y ambos caminos eran difíciles.
“He de intentarlo” se dijo a si mismo, si se dejaba llevar por la oscuridad todo acabaría primero, pero él quería vivir, aún le quedaba muchas cosas por hacer “he de intentarlo” se volvió a repetir. La oscuridad, la muerte, era más fuerte que él, pero Mark no se dejaría vencer fácilmente. En un último intento de desesperación, ganas de vivir y un gran esfuerzo por si mismo…Mark abrió los ojos, parpadeó, una vez, dos veces. Cerró una ultima vez los ojos manteniéndolos cerrados para ver que había vencido a la muerte. Abrió los ojos para mantenerlos abiertos, miró alrededor, la enfermera que estaba allí para cuidarlo se abalanzó sobre él, lo examinó rápidamente y después desapareció de allí.
Una sonrisa torcida cruzó los labios de Mark, había sobrevivido, había burlado a la muerte, algo que le daría fuerzas en un futuro, el miedo a la muerte iría desapareciendo de él. Dicen que mala hierba nunca muere, y en ese caso era notable que así era.
La sonrisa de Mark se transformó en una sonrisa maquiavélica…todo acaba de empezar, el había vuelto, y no para quedarse de brazos cruzados…
Debido al cansancio se quedó dormido mientras la enfermera había vuelto a revisarlo



PD:No pidais mucho de mi...xD