Mansion de Alessandra Capuleto.

La casa es enorme y muy elegante. Es custodiada por unos cuantos hombres bien armados. En el patio trasero hay una enorme picina. Por delante tiene un hermoso jardín con flores. En la cochera reposa un flamante BMW negro.

El chofer se detubo frente a la reja. Bajé la ventanilla automática y suspiré. El guardia se hacercó a mi y sonrió.
-Buenas noches señorita Capuleto
-Buenas noches- subí rápidamente la ventanilla, afuera hacía mucho frío. Las rejas se habrieron y el chofer entró.


Cuando llegamos frente a la puerta otro guardia abrió la puerta del coche. Suspiré y salí al frío. Abrí la puerta de la casa y toda la servidumbre me saludó con una sonrisa. Les devolví el saludo con un rebolotéo de mi mano. Me senté en el sillon de la sala de estar.
- ¿Martin?- llamé aburrida. El mozo entró presuroso.
- Buenas noches- saludó formalmente- ¿qué se le ofrese?
Miré unos instantes el suelo. - Un wisky con hielo- dije agarrando un libro de la mesita ratonera.
- Ya se lo trigo- salió para la cosina.
Suspiré y comencé a leer. Cerré de un golpe el libro, dejando el marcador donde estaba y tomé mi movil. Martin entró nuevamente al salon y depositó la bebida en la mesita ratonera.- Un wisky con hielo- anunció- ¿Se le ofrese algo mas?
- No.. ya te puedes retirar- moví la mano para que se fuera. Dejé el libro en mi regazo y abrí la tapa del movil. Busqué un número en la agenda y marqué para llamar.
- ¿Ciao?- dijo una voz varonil del otro lado.
- Hola - susurré con voz seductora.
-¿Che è?- preguntó fríamente.
- Es que no me recuerdas Camilo?- pregunté un poco sorprendida.
-Alessandra!!
- Como estas? - dije con un tono entusiasmado.
-Molto buono -hiso una pausa- e tu?
Reí
- Muy bien querido amigo...
-¿Che cosa succede?¿ Hai bisogno di aiuto?
- Oh! Si.. bueno.. es que me sento.. un tanto.. sola aqui..
-E che cosa sto andando fare?
-Usa tu imaginacion! Sé que eres mas inteligente!- reí
Suspiró
-Bene .. oggi ha preso un volo .. Sarò domani mattina
Sonreí con suficiensia.
- Te esperaré en el aeropuerto.
-Qualcosa di più?
- No.. -vacilé
-Okay ... ciao- colgó al instante.
- Adios- susurré al tono. Cerré el movil y le dí un sorbo al wisky. Dejé el movil en la mesita ratonera y me dispuse a leer nuevamente.

Cerré el libro y terminé mi wisky. Me levanté y llegó la ama de llaves.
- ¿Desea algo señorita?- me preguntó con una sonrisa.
- No... Tatiana... Me iré a dormir- bostecé y me tapé la boca con una mano. Miré el reloj. Mañana trendría que ir a recojer a Camilo. Cuanto lo extrañaba.. hacía años que no lo veía. Subí la gran escalera central de marmol seguida de Tatiana.


- Ya le preparo su cama- me dijo y entró en mi habitacion rápidamente.
Entré al cuarto y me puse un camison lijero de seda negro. Me giré y la ama de llaves me esperaba con una sonrisa. Fui hasta el baño y cepillé mis dientes. Me solté el cabello y salí del baño. Me metí en la cama y volví a bostezar.
-¿Necesita algo mas?- Perguntó Tatiana.
- No, nada mas- susurré.
- Llameme si desea algo- murmuró frente a la puerta.
- Lo haré- musité entre dientes. Odiaba que las personas fueran tan... insistentes.
La mucama salió y cerró la puerta tras ella. Apagué la luz del velador y cerré los ojos. Estaba muy ansiosa... deseaba ver a Camilo. Me dormí pensando en él.

Desperté gritando. Me dí cuenta que estaba en el suelo. Me dolía la cabeza y estaba asustada. Me levanté y pasee de un lado para el otro. Miré el reloj, era de madrugada. Suspiré. Tatiana entró corriendo a la habitacion. Estaba en pijamas, la había despertado.
- ¡¿Que pasa?!- gritó alarmada. Miró por todos lados.
- Solo ah sido una pesadilla, no pasa nada- murmuré sentandomé en el borde de la cama.
- Está bien- susurró.- ¿Se le ofrese algo?- preguntó un tanto mas relajada.
- Si.. tráeme una aspirina y un vaso con agua.... me duele la cabeza- murmuré y me recosté nuevamente en la cama.
- Ya mismo se lo traigo- desapareció sin cerrar la puerta.
Que sueño tan extraño.. mi padre siendo asesinado por Camilo... Eso era imposible.. Camilo y yo eramos inseparables... y mi padre quería a Camilo como si fuera un hijo. Me estremecí. En ese momento llegó nuevamente la ama de llaves, con el vaso de agua y la aspirina. Me los enrtgó espero a que lo tomara. Tragué la aspirina rápidamente y tomé toda el agua. Le entregué la pieza de cristal.
- ¿Algo mas?- susurró un tanto ansiosa.
- No Tatiana... vete ya a dormir...- murmuré tapandomé con la manta hasta la cabeza.
- Esta bien- susurró y se fué. Esta vez me costó mucho mas domirme. Ese sueño era totalmente ilógico y macabro. Fue solo un sueño.. Fué solo un sueño repetí en mi mente hasta que me quedé nuevamente dormida.

Estaba toda despatarrada en al cama. Las sábanas estaban en el suelo. Sonó mi movil y pegué un salto. Me caí de la cama nuevamente. Tomé el teléfono y contesté.
- ¿Si?- pregunté con un hilo de voz.
-¿Alessandra?- murmuró alguien, parecía ansioso.
-¿Que.. que.. pasa?¿Quien es?- pregunté perdida.
-¿Trovi bene?¿Qualora tali? Sono Camilo .. si dovrebbe venire a ritirare l'aeroporto .. Y.. veloce .. Ci sono alcuni uomini che sono il controllo di me.- murmuró presuroso.
- Ah! Camilo! Si.. ya mismo te voy a buscar!- dije poniendomé en pié y prediendo la luz.
-Se... Spero che qui...-murmuró. hiso una pausa -Ciao- dijo tajante. Colgó. Suspiré y cerré el movil. Eran tan frias sus despedidas... Me puse un vertido negro sensual, unos zapatos taco alto negros y me un saco negro, todo a juego. Me fuí al baño y me maquillé. Salí de la habitacion y bajé las escaleras.


Martin estaba abajo.
- ¿A dónde va señorita? - preguntó hacercándose.
- Al aeropuerto, Camilo ah venido..- hice una pausa- Prepare una habitacion para él.
- Muy bien..-hiso una pausa- ¿Quiere que llame al chofer?
- No es necesario.. puedo manejar yo sola-murmuré entre dientes. El mozo permaneció callado y me abrió la puerta delantera. Salí, hacía una fría polar. Llegué hasta al cochera y saqué las llaves del coche. Me subí y arranqué el motor.

Cuando llegué a las rejas el mismo guardia de antes las abrió sin salir de su cabina y me dejó el paso libre. Salí a toda velocidad, me gustaba conducir a no menos de 190.

Paré frente a las rejas, el guardias las abrio y entramos. El viaje fue tranquilo y silencioso. Yo no era muy conversador.. pero me extrañaba por parte de Alessandra. Ella era todo una cotilla... Reí por lo bajo y la miré unos segundos.

Aparqué en la cochera y otro tío se hacercó y tomó mis maletas. Valla esto estaba infestado de ellos. Si que la tenían cuidada...
Alessandra me tomó de la mano y me volvió a arrastrar, hasta la casa. Abrió la puerta y entramos.

El viaje fué demasiado silencioso.. me lo esperaba por parte de él.. Yo.. estube pensando en la pesadilla de ese mismo día. Le dí vueltas y traté de comprenderla.. pero no la entendía.. Suspiré. Aparcamos en la cochera y un guardia llevó las maletas de Camilo. En ese momento la sonrisa se remontó en mi cara. Tomé a Camilo de la mano y lo llevé hasta la puerta.

Abrí y entramos. Martin, Tatiana y los demas estaban esperando la llegada de Camilo. Todos felices y alegres. Puse los ojos en blanco.. Ahora sí que se ivan a poner pesados. El primero fue Martin.. como siempre..
-Buenas noches señor Camilo- dijo formalmente.
- Buenas noches- Le siguió Tatiana. Los demas hicieron un jesto con la cabeza en señal de saludo. Era todo tan.. formal.. Me encantaba.. Reí muy por lo bajo. Camilo asíntió con la cabeza ante los saludos de todos. Me dirijí hacia Martin.
- Martin.. preparaste la habitacion de Camilo como te dije?- pregunté con aire superior.
-Todo listo mi señora- contestó con una sonrisa.
- Creo que le señor Rinogui debe descansar.. despues de todo ah sido un vuelo.. no tan lago.. pero al fín un vuelo.- miré a Camilo de reojo.
- Como desee Madame- el mozo se dirijió a Camilo. - Por aquí - le indicó. Camilo lo siguió sin decir palabra alguna. El guardia con als maletas subió despues de Camilo y yo los seguí terminando la fila. Tatiana y el resto siguió con sus cosas.


La habitacion de Camilo estaba mas al fondo que la mia. Me detube en la puerta de mi habitacion, él ya estaba allí.
- Buenas noches- murmuré con una sonrisa.

Cuando entramos todos fueron muy cortezes y alegres. Sonreí en los momentos adecuados y no dije ni una sola palabra. Cuando estubimos frente a la buerta de la habitaciond e Alessandra me detube y la esperé. Ella llegó con paso elegante.
-Buenas noches- susurró
¿Buenas noches? Si ya era de día!
- Hasta mañana- Seguiría su juego.. Le dí un beso en la frente y me alejé.
Martin me esperaba frente a una puerta un poco mas al fondo. Entré, la habitacion era muy habplia y agradable.. La cama era matrimoñal.. ¿Para qué quería una cama matrimoñal? No entendía mucho a Alessandra despues de haber pasado tanto tiempo con ella.. tal vez el tiempo la había cambiado un poco..
- Su habitacion- anunció formalmente.
- Gracias- susurré.
- Si desea algo puede llamarme con de atension a la habitacion- informó señalando el telefono de la mesa de noche. Asentí.
- Muy bien
- Ahora lo dejo para que se acomode.- salió.
El guardia dejó mis sobre la cama y salió detrás del mozo. Suspiré. Estaba muy cansado. Saqué las maletas de la cama y de ellas mi pijama. Me cambié y me deslicé bajo las mantas. No tardé mucho en dormirme.

Camilo se alejó. Entré a mi cuarto y me tumbé en la cama. Estaba agotada, el sol empesaba asomar y rayos anaranjados se filtraban por las rendijas de la persiana. Corrí las cortinas y el sol dejó de molestar. Todo se sumió en una agradable oscuridad. Volví a tumbarme en la cama. Me saqué los zapatos y la ropa. Volví a ponerme el camisón y me acomodé bajo las mantas. Cerré los ojos y automaticamente me dormí.

Desperté y me senté en la cama. Tatiana ya estaba despierta y tocó la puerta.
- Adelante- murmuré mientras me ponía una bata.
Se abrió la puerta y la ama de llaves entró.
- Señorita Alessandra.. el desayuno está listo- sonrió al verme.
-Ahora bajo- sonreí. Que raro.. casi nunca sonreía a la servidumbre. La camarera salió y ceró la puerta tras ella.
Me cambie y recogí mi cabello (Mirar el avy xD). Salí de la habitacion y bajé las escaleras.


Martin me esperaba en el comedor. Me senté a la mesa y desayuné tranquilamnte.
-Si necesita algo mas llámeme-dijo Martin antes de desaparecer por l apuerta de la cocina. Dado que Camilo seguaí durmiendo, y no quería despertarlo decidí dar una vueltita por ahí. Terminé de desayunar y me levanté. En seuida entró Martin.
-¿Ya termino?
-Si Martin, voy a salir.. tráeme mi abrigo.- dije encaminandomé hacia el hall de entrada.
- Ahora mismo señorita- salió disparado para un armario.
Esperé frente a la puerta de entrada... hata que Martin llegó con el abrigo. Me lo puse y salí afuera. Me encaminé hacia la cochera.


Entré al auto y arranqué el motor, aseleré a toda velocidad y apenas dí tiempo al guardia para que abriera la reja.

Estaba sentado en la cama cuado la ama de llaves dió unos golpecitos a la puerta.
-Pasa- dije sin despegar los ojos de mi libro. La camarera entró.
-Señor Rinogui.. la señorita Citta ah venído a visitarlo, lo espera abajo- murmuró algo intimada.
-Citta? Citta.. no me suena.. ahora bajo- me levanté y me puse una bata de seda roja. Dejé el libro sobre la mesa de noche y me puse unas pantuflas. Salí de la habitacion a mi encuentro con la sñorita Citta.


Al bajar las escaleras un pelo anaranjado llamó mi atencion. Debía de ser ella. Me senté en el sofá.
-Buenas noches Señorita Citta- dije en un tono alto- ¿Qué la trae por aquí?

-Oh! Giancarlo! Claro, claro que lo conosco! Me ah llamado para muchas de sus misiones!- dije aparentando ser alegre. Era pelirroja estaba fatal.- ¿Que te trae por aqui? Sinetate por favor!- le señalé el sillon que tenía frente a mi- ¿Quieres tomar algo?

-¿Tatiana?- llemé. La camarera apareció al instante.- Dos wiskys- ordené.
-Ahora se los trigo señor Rinogui.- salió rápidamente para la cocina.
- Si, ella me llamó con el simple pretexto de que me extrañaba.. de verdad que no entiendo a esa mujer despues de haber estado con ella tantos años..-negué lentamente con la cabeza- Y cláro que puedes tutearme, que clase de anfitrion seria si no?- reí sin alegría- Y.. sí, se puede decir que soy unos de los asesinos mas solicitados- sonreí burlonamente.

-Oh! No.. no .. ahora.. no lo creo- dije con sierta amargura.- si has venido a eso ya te puedes ir retirando, no ando para competencias- susurré con cierta acritud.

Me incliné hacia Angelus.
- Creo que sé cuando hay un buen reto, y te aseguro que este lo sería -hice una pausa- Pero en estos momentos, no me apetece. Y creo que en ningún otro tampoco...-murmuré tajante.

Sonreí sin alegría y Martin entró con los wiskys.
-Aqui tienen- dijó depositando los vasos en la mesa ratonera. Tomé uno y le dí un trago. Observé como jugueteaba con la daga. Nunca entendería a las mujeres completamente...

Martin apareció nuevamente.
-Señor Rinogui, la señorita Alessandra llamó avisando que este fin de semana se iria de viaje-hiso una pausa- Lo ah decidido a último momento, pero no nos ah dicho a dónde se dirije.
Me levanté de golpe. ¿Cómo podía hacer una cosa asi? ¿Y no avisar?. Miré a Angelus.
-Valla preparando mi abrigo Martin, parto para el aeropuerto-hiso una paus- Tendrás que disculparme..-murmuró a Angelus- Tengo que salir este fin de semana, de urgencia.- Martin aparecío con un saco y me lo puse.


Salí afuera, estaba helado. Fuí hasta la cochera, era una suerte que mi querida Alessandra le gustaran los coches y tenga mas de uno. Me subí al mas cercano e hice rugir el motor. Salía toda velocidad y apenas dí tiempo a que el guardia abriera la reja.


FDR: Lo subrayado sirve para que sepan que no "vamos" (Alessandra/Camilo) a estar este fin de semana aquí, hace poco decidimos ir de viaje u.u el domingo... tal vez, solo tal vez.. "estaremos" de vuelta. Hasta el domingo!!

Venía escuchando una música suabe. Me detube frente a las rejas y como siempre se hacercó el guardia a saludarme.
-Buenas noches señorita capuleto.-dijo amablemente.
-Buenas-dije aburrida. Abrió las rejas y entré. Aparqué en la cochera. Camilo estaba callado, pero despierto. Salí del coche y un guardia se llevó las maletas. Agarré a Camilo de la mano.
-Vamos-susurré con una sonrisa- ahora te metes en la cama y duermes hasta navidad.-reí. Tiré de él hasta la puerta.


Abrió Martin y todos nos recibieron con una sonrisa, pero había alguien que desentonaba totalmente. Angelus. La miré con indiferencia y miré a Camilo.
-¿Que hace ella aquí? -murmuré con el ceño fruncido.

Entramos, y allí estaban todos recibiendonos con una sonrisa. Alessandra me miró enfadada.
-¿Qué hace ella aquí?- sonaba irritada. Me encogí de hombros.
-Quiso venir a conoserme, pero no pensé que se quedaría por dos dias- reí entre dientes. Alessandra me ignoró.-Bueno, voy a dormir-dije bostezando. Martin y Tatiana amagaban a decir algo, levanté la mano para silenciarlos.-Yo los llamo-dije entre dientes.
Subí por las escaleras.


Entré a mi habitacion y me metí en la cama. Al los pocos segundos estaba durmiendo.