Bar Vat House

-¿No recuerdas tu pasado? Interesante.
Tanto andar acabamos saliendo hacia las frías calles del centro.

Vamos al Edificio Central de la Mafia Italiana

Aparqué el auto y entre al tan conocido bar, que a esas horas se hallaba casi vacío
-¿Angie?.. ¿Que haces aqui?, deberias estar en casa recuperandote, con Armand y.. Ay no.. ¿Y ahora que sucedio?-
Malcom enarco ambas cejas mirandome fijamente
-Nada que no fuera lo usual.. Le arruine la vida, otra vez..-
Suspíre y encendi un cigarro
-Una botella de ron por favor..-
Susurré con voz neutra, apoyando ambos brazos en la barra y cerrando los ojos cansada

-Angie.. No te hace bien ponerte a tomar, y menos ahora..-
-Cierra la boca Malcom, en serio.. No estoy de humor para sermones..-
-Cariño.. ¿Que sermón?.. Es la pura verdad..-
Suspire mientras me servia un vaso de ron y bebia un largo trago
-¿Que quieres que haga Malcom?, ¿Que le siga haciendo la vida miserable?.. Vamos, que clase de mujer soy para él?..-
Susurre con un hilo de voz, apretando el vaso entre mis manos y dandole una larga calada al cigarro
-Angie, cielo.. ¿Que no entiendes?, Gaspard siempre va a sufrir por tu causa, y tu por la suya, ambos son lo suficientemente inquietos como para meterse en líos cada dos por tres, ¿cual es el problema?..-
-El problema, Malcom, es que el no se lo merece-
Susurre, tomando de golpe el contenido del vaso y sirviendome otro
-Tesoro, tu eres única, eres quiza la unica mujer a la que le tengo miedo, pero... te he visto con Gaspard y con Armand, eres completamente diferente, eres.. con ellos eres el ángel que tu madre siempre quizo que fueras..-
Cuando mencionó a mi madre, levante la vista de golpe, sintiendo que las lagriams se agolpaban en mis ojos
-Basta Malcom.. por favor..-
Susurre con voz débil
-No Angelus.. No esta vez.. ¿Sabes lo que estas perdiendo?, una familia cariño.. ¿En verdad dejarias de lado a tu esposo, a tu hijo, segun tu, para no lastimarlos mas?..-
-No es solo eso!!-
Exclamé, apretando el vaso con fuerza y astillandolo, ignorando los pequeños trozos de vidrio que se clavaban en mis manos.. Las lagrimas habian comenzado a caer sin control por mis mejillas, muy dentro de mi, di gracias de que, por una vez, el bar estuviese vacío.. Malcom caminó hacia la puerta y puso el letrero de "CERRADO", volvio a mi lado y me obligó a ponerme de pie, llevandome a una de las mesas y haciendome sentar
-¿Que es entonces Angie?.. ¿Por que tanto dolor?.. ¿Por que te guardas todo?.. ¿Que es lo que sientes, que te impide sonreir de nuevo?-
Mientras hablaba con voz pausada y paternal, limpiaba las heridas de mis manos con habilidad, retirando los trozos de cristal que quedaban en ellas
-Son.. tantas cosas Malcom.. demasiadas.. Yo.. no puedo con ellas.. No puedo.. Arrastraré a Gaspard, a Armand.. Mi pequeño.. solo tiene dos años y ya sabe lo que es tener miedo.. Miedo de verdad..-
Susurre, sacudiendo la cabeza con pesar, sin dejar de llorar
-Y Gaspard.. ¿Que puede querer conmigo..?-
Mordi mi labio con fuerza, ahogando un sollozo
-Angie, cielo.. Tranquila..-
No me habia percatado de que Malcom me tenia abrazada y yo temblaba incontrolablemente
-¿Que te sucedió mi ángel?-
Susurraba una y otra vez, acariciando mi cabello con suavidad, consolandome
-¿Es por Valeska?.. ¿Acaso todo esto tiene que ver con lo sucedido en París?-
Aprete los puños, ahogando un suave gemido de dolor
-Cariño, las noticias vuelan en Londres, y mas si eres de este medio.. Todos saben lo que sucedio, y saben que no lo mataste, pero en vez de considerarte débil, esperan con cierto temor tu siguiente paso.. Creen que una mañana encontraran a Andrei destazado y colgado en la plaza central-
El viejo cantinero rió entre dientes, sacudiendo la cabeza
-Una buena vendetta al estilo antiguo, como la de tus abuelos..-
Apoyó su mejilla en mi cabello con suavidad
-¿Tiene que ver con él?-
Pregunto de nuevo; la voz no me salia, senti una oleada de pánico a la simple mención de ese nombre.. Solo asentí sin mediar palabra
-Angie.. ¿Como pudo él vencerte?.. Eres más fuerte que eso..-
-¿Como pudo?.. ¿Te parece poco?..-
Sisee, ahora enfadada
-No hay momento que pase sin que el recuerdo de ese imbécil llevandose a mi hijo no me persiga, no puedo dormir, por que una vez que cierro los ojos, la misma pesadilla me somete, lo veo, lo siento.. ¿Como puedo esperar que Gaspard me perdone por aquello?..-
Masculle con voz ahogada
-Angelus Lilly Citta.. ¿Que..?.. Vamos, no creeras que..-
El cantinero tomo mi barbilla entre sus manos, obligandome a mirarlo
-Preciosa.. ¿Acaso crees que Gaspard te hecha la culpa de aquello?-
Enarco ambas cejas con incredulidad
-Angie.. Gaspard te ama.. Puedo apostarte el bar entero a que se siente más culpable que tu, por no haber podido evitarlo.. Tesoro, eres su vida entera, ¿como crees que se siente él?.. ¿Sabias que Andréi le dijo todas y cada una de las cosas que te hizo?-
Levante la mirada bruscamente, aquel fuego antiguo comenzaba a arder nuevamente
-Asi es.. Pietro me lo dijo-
Sacudi la cabeza, presa del enfado
-Maldito idiota.. Juro que..-
-¿Ves?.. Ese es el fuego que necesitas Angie.. No dejes que el frío apague esos hermosos ojos de jade..-
Malcom acarició mi mejilla con suavidad, reconfortandome
-No serás feliz hasta que tu misma te perdones por ello Angie, Gaspard y Armand te necesitan, y tu a ellos.. Quiza mas que ellos a ti.. En cuanto a Chelsea, bueno.. Los dioses saben por que hacen las cosas, quiza no era el momento, se que te duele, incluso se que te culpas mas de lo necesario, pero entiende, ni Gaspard, ni Armand, ni nadie te considera responsable por ello, al contrario.. Estoy mas que seguro de que, en un futuro cercano, habrá otro pequeño Soulacroix corriendo por la mansión..-
Una mueca de dolor crispo mis facciones, recordar a aquella hermosa niña de rizos rojos y ojos azules era mas de lo que podía soportar.. Las lagrimas, que habian cesado, volvieron con más intensidad
-¿Como puede amarme despues de todo esto?.. Depues de.. No soy mujer para él-
Me interrumpi, hundiendome entre los brazos de Malcom
-Eres la mujer que ama, ¿acaso crees que si no fuera asi, seguiria contigo?.. Niña, cualquiera hubiese corrido en la direccion contraria cuando tuviese oportunidad.. El se quedó..-
Negué varias veces, amaba a Gaspard mas que a mi propia vida, y era eso mismo lo que me empujaba a correr en la direccion opuesta, para evitar lastimarlo aun más
El podra encontrar a otra mujer, una que no tenga tantos problemas, alguien con quien podra tener mas hijos, envejecer...
Pensé, apretando los labios con fuerza
Pero.. ¿Sera feliz?..
Otra voz me cuestionaba, me gritaba que era una estupidez, me rogaba que luchara con uñas y dientes para quedarme a su lado..

Al escuchar a Malcom mencionar a Gaspard, me tense involuntariamente, clavando la vista en la mesa
-¿Lo sientes.. por que?-
Susurre con voz apagada, el conflicto interno continuaba, una parte de mi seguia insistiendo en que me pusiera de pie, fuera a casa e hiciera mis maletas para irme sin mirar atras, pero la otra, cada vez mas fuerte, me gritaba que no osara moverme de ese sitio.. En algun lugar, mi propia voz le decia a mabas que se callaran..

Suspire y lo mire fijamente
-¿Por que insistes tanto en quedarte conmigo?-
Murmure con un hilo de voz, retorciendo la servilleta entre mis manos

-Quiero comprenderte.. Solo eso.. ¿No crees que te hago daño al empeñarme en permanecer a tu lado?-
Susurre con voz débil, mirandolo fijamente

-¿Por que crees eso?-
Murmuré, tomando aire y encendiendo un cigarro, la voz que me pedía correr en direccion contraria comenzaba a quedar sofocada bajo los gritos de la otra, la que me pedia quedarme a pesar de todo
-Podrias conocer a otra mujer, tener mas hijos, envejecer, llevar una vida plena y sin problemas..-

Lo mire fijamente
-¿Acaso crees que podre encontrar a alguien mas?-
Susurre con voz neutra
-Oh si, claro.. No puedo contener las ganas de saltar a los brazos del primer idiota que cruce en mi camino-
Sisee, destilando sarcasmo
Vamos.. sabes bien que no puedes irte..
Aquella voz, muy parecida a la mia se estaba volviendo de lo mas irritante

-¿Por que?-
Repeti tercamente, dandole una larga calada al cigarro
-Gaspard.. ¿cuanto tiempo más podremos aguantar esto?-
Susurré, aunque en realidad, moria de ganas de gritarle una o dos cosas que me habia estado guardando desde hace un tiempo...

-No hay momento que pase sin que el recuerdo de ese imbécil llevandose a mi hijo no me persiga, no puedo dormir, por que una vez que cierro los ojos, la misma pesadilla me somete, lo veo, lo siento.. ¿Como puedo esperar que me perdones por aquello?..-
Susurre con un hilo de voz
-Y despues lo de.. Chelsea..-
Baje la cabeza, conteniendo nuevamente las lagrimas

-Esta vez..-
Susurre con un hilo de voz
-¿Que pensaras la siguiente.. O la siguiente a esa?-
Murmure con voz un poco mas firme