Mansion de Alessandra Capuleto.

Se encogió de hombros.
-Quiso venir a conoserme, pero no pensé que se quedaría por dos dias- rió entre dientes. Me giré y me crucé de brazos mirando a Angelus..-Bueno, voy a dormir-comentó, bostezando. Martin y Tatiana se ivan a poner pesados.
-Yo me largo de aquí- eché una mirada furtiva a Angelus y salí de allí.

Llegué nuevamente hasta la cochera y me subía a uno de mis tantos coches. Salí con un rygido del motor. El guardia abrió las rejas y salí a toda velocidad. Puse uno de mis CD's favoritos y comencé a cantar la letra de la música. No sabía a donde ir, recorrí unos minutos la ciudad.

Acababa de llegar al sórdido centro de Londres... Mis informantes me decian que Angelus estaba en aquella mansión
-Por fin...- susurré con una extraña mezcla de sentimientos, el Aston Martin estaba aparcado en la entrada, y escabullirme de los guardias fue demasiado fácil... No pretendía trabar pleito con la dueña de la mansión, solo quería recordarle a Angelus que seguía vivo, y estaba tras ella...

Deposité una rosa blanca en el asiento del copiloto y sali de ahi, sin ser visto

El cochero se detubo frente a la reja. El guardia abrió y entramos. Aparcó frente a la entrada, salí del coche y me metí en la mansion. Martin se hacercó a mí.
-Señorita Capuleto, anoche mientras acomodaba unas cosas en los armarios, detecté la precensia de una persona, no reconosida.
Abrí los ojos como platos, podrían haber sido enemigos.
-Martin! Eres un idiota!- espeté exasperada- ¿Porque no me llamaste?¿Porque no avisate a los guardias?
-yo.. es.. lo siento señora.. pensé que no debería preocuparme- agachó la mirada.
-Pues.. pensaste mal!-grité.- Martin, no puedo confiar mas en tí...-murmuré ácidamente- estas.. despedido...-dije con un hilo de voz, núnca había pensado en despedir a alguien por falta de confianza. Martin se quedó mudo.
- Rretírate de inmediato, tu estacia y servicios terminaron aquí...- me froté las sienes. Martin salió exasperado y sin decir ni una sola palabra. Suspiré y me derrumbé en el sillon de la sala de estar. Cerré los ojos y traté de relajarme.

Me levanté, abía dormido muy bien. Hasta que Alessandra me llamó diciendomé que estaba en el hospita. Bajé y la encontré durmiendo, el el sofá de la sala de estar. La tapé con una manta y me senté frente a ella. La miré fijamente, era tan bonita.

Abrí los ojos lentamente. Me encontré con que Camilo me miraba fijamente. Sonreí y me senté, aún tapandomé con la manta. Bostecé. No quería ni imaginar cómo tenía el pelo. Me mordí el labio inferior.
- Hola- dije con vos pastosa.

Reí entre dientes
-Te ves adorable cuando duermes- sonreí.Me senté a su lado- ¿Quieres comer algo?-hice una pausa- Digiste que tengo trabajo, ¿Quien es?¿Dónde vive?¿De qué trabaja?¿Cuáles son sus horarios? Y..¿Quien fue el jodido que te hiso esto?- deje entre dientes, señalando su hombro.

Reí.
-Tranquilo.. Ya te voy a dar los datos, pero te puedo decir que se llama Bryttany Amrstrong... tal vez la conoscas, es hija de una familia muy conosida.. Eso es algo malo, puede que se den cuenta de su muerte y/o desaparicon- dije, mi voz era tan solo un murmullo ácido y frío. Cambié mi expresion.- Si, creo que voy a comer algo, pero no aquí. ¿Vamos al restaurant?

Apunté todo en mi mente.
-Perfecto.. y si, puede que tengas razon... será algo dificil..-hice una pausa. Sonreí- Claro, vamos al restaurant- me levanté y me hacerqué a la puerta. Tomé mi abrigo y me lo puse.

Asentí y me puse de pié. Me hacerqué y Camilo me alludó a ponerme el abrigo. Salimos, afuera hacía un frío insoportable. Subí del lado del conductor y Camilo al asiento vacío a regañadientes. Cuando llegamos a las rejas me detube. Le hice una seña al guardia para que se hacercara.
-¿Se le ofrece algo señorita Capuleto?-preguntó amablemtente.
-Quiero mas hombres rodeando la casa-dije fríamente. Empecé a levantar la voz- Lla noche anterior me enteré que se infiltró uno y tube que despedir a mi mejor mozo!- terminé gritando. El guardia agachó la vista- no quiesiera hacer lo mismo contigo, Tom- dije en un tono dulce, extrañamente amenazador.
-Si señora-susurró y abrió la reja manualmente.
-Gracias- sonreí- cuidate- salí a toda velocidad.

Llegamos y me desplomé en el sillon. Camilo subió arriva a acostarse. Me pareció raro, no había hablado en casi todo el viaje. Sonó mi movil.
-¿Hola?- pregunté aburrida.
-¿Señorita Capuleto?- dijo una voz masculina del otro lado.
-Si, quien es?- me senté mejor en el sillon.
- Damian
-Oh! Damian! hace tanto que no recibo un llamado tuyo, a que se debe?- pregunté recelosa.
- Te vamos a mandar un hombre, para que lo prueves, trabajará para ti.
- Exelente, lo necesitamos.- sonreí.
-Muy bien, ya ah salido para allá, me sorprende que no halla llegado.
-Ah si?
-Si,..Bueno, eso es todo
-Hasta pronto Damian
-Adios-colgó. Colgué. Suspiré, otro, y nuevo.. quie será? Cerré los ojos, de seguro que despues vendría. Me quedé dormida.

Abro los ojos lentamente, estaba tirada en el sofá de la sala de estar. Me senté y me desperecé. Camilo dormí y yo me aburrí de muerte. No pensé hacer esto nunca. Tomé mi movil y llamé a Angelus. Sonó el tono varias veces, lo habría olvidado? No, imposible.. ¿Cómo se iva a olvidar de él? Cerré la tapa del moval y encedí la Tv. Ultimamente no la vaía mucho. Me sorprendió lo que ví. Fotos de Bryttany y Bryan saliendo de un hospital. Preguntas estúpidas de titulares y los cotillas de los programas de chimento. Pasé muchos canales, y en todos pasaban lo mismo. A lo único que le presté atencion fué que Bryan ya había salido del hospital, me impresionó. Pensé que saldria hasta dentro de una semana. Me encojí de hombros y busqué algo interesante para ver. Paré en una película de la mafia, puse los ojos en blanco y cambié. No había nada bueno en la tele. Me limité a ver unos programas de historia y naturaleza.

Apagué la Tv. Suspiré.¡¿ Era todo tan aburrido en la tele siempre?!. Me puse en pié y me dirijí hacia la puerta. Me puse mi abrigo y fui hacia la cochera. Me llevé el choce techado, esta noche hacía mucho frío para llevar un convertible. El guardia abrió la reja y salí en busca de algo que hacer.

Paré frente a las rejas y bajé del auto. El guardia se hacercó a mi.
-Llévalo adentro- ordené sin apartar la vista del suelo.
-Si, señorita- respondió el hombre. Subió al coche y entró. Caminé el trayecto qeu faltaba a la mansion entré y me derrumbé en el sillo. Estaba exausta. Cerré los ojos y me quedé instantaneamente dormida.

Abrí los ojos, estaba tapada. Seguramente Tatiana me abría tapado. Me senté en el sillon y me desperecé. Suspiré.
-Tatiana...-dije con voz pastosa.
-Si señorita Capuleto?- entró por al puerta de la cocina.
-Quiero comer algo..- me restregué los ojos.
-De acuerdo, ¿Qué quiere?
-No lo sé..cualquier cosa.
-Muy bien, ya le traigo algo.
-Gracias.- susurré y prendí el Tv. Cambié de canales hasta que Tatiana regresó con mi comida.
-Aquí tiene- puso el plato en al mesa.
-Gracias..- me senté mejor y comencé a comer.
-¿Quiere algo mas?
-No, gracias.. ya puedes retirarte.- dije sin despegar los ojos de las noticias. Tatiana se fué. Al rato terminé de comer. Suspiré y me acordé del hombre que había llevado al hospital. Me levanté y subí por las escaleras hasta mi habitacion.
Abrí la puerta tomé unas ropas; me bañé, me cambié y bakjé nuevamente las escaleras. Salí de la casa y me subí al coche. Salí de allí casi sin darle tiempo al guardia de que abriera las rejas. Puse música y comencé a cantar la letra.

Estaba en el sillon, viendo el techo, lo típico desde hacíia dias. Alessandra se iva, uno o dos dias y volvía sin ninguna explicasion, duduaba que ella me tomara en cuenta. Ahora ella estaba fuera, nos abía cuánto tardaría en volver, pero sabía que no lo iva a hacer ahora. Suspiré cansadamente. Cerré los ojos unos momentos.

La verdad es que la charla, que había intentado que sea amigable sin éxito, con Angelus me había dejado de muy mal humor. Dejé el coche frente a las rejas de la casa. Le había pedido al guardia que lo llevara dentro. Saqué las llaves de la mansion, abrí la puerta y me llevé un buen sustito. Camilo estaba repatingado en el sofá de la sala de estar, con los ojos cerrados. Pensaba que estaba durmiendo, así que dejé mi bolso en una mesa, junto a las llaves y me senté frente a Camilo. Lo miré fijametne.

Escuché el ruido del cerrojo de la puerta de entrada y que esta se abrió. Deduje que era Alessandra, ¿Quié mas tendría las llaves?. No tenía ganas de abrir los ojos, y estaba seguro que ella no me iva a prestar atencion como los otros dias.Suspiré, estaba tan aburrido. Me senté formalmente en el sofá y abrí los ojos. Me encontré con que Alessandra me obsevaba fijamente. Sonreí tímidamente. ¿Porqué tenía que hacer eso? Estaba un poco intimidado ante su constante mirada. Hacía mucho que no pasaba un momento con ella. Alcé las cejas.
-¿Qué?- pregunté aún tímido. Ella negó con la cabeza.- Me alegra que sepas que aún vivo..-dije sarcásticamente, enarcando una ceja.

Me sorprendió que él estubiera despierto, pero eso no fue excusa para que yo dejara de ver intensamente.
-¿Qué?- prenguntó, sonaba algo intimidado. Relajé la expresion y negué con la cabeza, sonriendo.- Me alegra que sepas que aún vivo..- comentó con sarcasmo. Eso, tambien me dorprendió, eh de admitirlo, no me esperaba algo así. Reí entre dientes.
-Estube muy ocupada, lo siento. Te prometo que la proxíma te llevo conmigo..-murmuré sonriente.

Me crucé de brazos y entrecerré los ojos.
-Ya me dí cuenta...- murmuré entre dientes, mirando el bolso. Miré nuevamente a Alessandra.-De acuerdo, iré contigo la próxima..-hice una pausa-¿Alguna novedad?- pregunté algo ams interesado. Descrucé los brazos y me eché para delante, apollando los codos sobre mis piernas y la cabeza en una mano.

Rode los ojos.
-Bien.. novedades..-vacilé-veamos... em.. murió una "compañera" Mia Bloody-suspiré amargamente-.. murió Giancarlo, lo asesinaron Lilith y Angelus..-dije un tanto extrañada- tengo una fábrica de coches deportivos con Angelus..-sonreí- ella va a inaugurar una galeria de arte, aquí tengo la invitacion- agité un papel colorido- em.. despedí a Martin..-esas palabars fueron como ácido en mi boca.- y Friedrich Hënzel y Anika Della Rossa se van a casar, estamos invitados..-mostré otro papel, color crema. Sonreí- creo que nada mas.

Me sorprendieron todas las noticias, aunque no lo hice notar. Asentí y sonreí en los momentos necesarios. Me eché para atras, crucé los brazos, sonreí divertido y entrecerré los ojos.
-¿Muertes? ¿Mia bloody? Si, oí hablar de ella.. muy poco..-reconosí- no pensé que eras amiga suya-acaricié mi barbilla pensativo.- ¿Giancarlo? ¿Porqué Lilith mataría a Giancarlo? Pero, Angelus.. bueno, era evidente.. nunca la mandaba en misiones y hacía notar que ella era una piedra en su camino..-sonreí- ¿Una fábrica de coches deportivos?¿Cómo la conseguiste? Y, ¿Porqué la compartes con Angelus? No pensé que te agradara...-miré para otro lado y al segundo volví los ojos al papel colorido- ¿Una Galeria de Arte?-sonreí- Eso será divertido.. además de recreativo.. una muy buena inverion de parte de Angelus que debo sin duda reconoser..-murmuré para mis adentros. Abrí los ojos como platos- ¿A Martin?¿Porqué lo hiciste? Pensé que te agradaba..-murmuré con voz apagada- ¿Anika Della Rossa?¿Friedrich Hënzel?Y esos, ¿Quienes son?- dije sin mucho interés.

Reí, él tenía comentarios para todo.
-Si, era amiga de ella. Me salvó de un tiroteo..-murmuré- Creo que Lilith mató a Giancarlo.. porque le era infiel.. o algo por el estilo..-dije restandolé importancia- Y si, una fábrica de coches deportivos... Increible, ¿no?-reí- La obtube como un pago..-sonreí con satisfaccion. Me encogí de hombros- Quería que tengamos algo en común.. además de tratar de llevarme mejor con ella..Hablaré con Angelus y le pediré que piense qué le parese la idea de que seas un socio mas ¿Qué te parece?-sonreí- Y la galería de arte.. estoy muy entusiasmada.. tengo muchas ganas de ir a verla...-di unos pequeños y rápidos aplausitos- Y.. Martin...- su nombre me quemó la garganta- Lo..lo despedí porque.. no tenía mucha confianza en él.., verás, lo que pasó es que.. me informaron que un extraño se paseó por la mansion y fue hasta la cochera, Martin lo había visto, al igual que los guardias.. ¡Y nadie hiso nada!- dije indignada. bufé- es increible...Aunque por suerte del extraño yo no estaba en casa..- miré por la venatana- Y.. los que se casan.. la verdad es que no tengo ni la mas mínima idea que porqué me han enviado esta invitacion- muirmuré mirando el papel entre mis manos- tal vez sea..no, tiene mi nombre grabado.. que extraño.. el chico trabaja para diversas mafias.. y Anika.. es rusa..-me encojí de hombros.

Escuché con atencion.
-¿Un tiroteo? Valla.. era una chica.. valiente..-comenté- Si, verdaderamente increible... ¡y por una pago!-sonreí con malicia- apreciaria la idea de que charles esa pocibilidad con Angelus.. si no es mucha molestia, aunque.. si no te ofende, me gustaría hacerlo yo..-me puse significativamente tenso- ¿Un.. un hombre entró... y nadie dijo nada?- murmuré- Si.. eso tambien es increible..-dije ácidamente- ¿Uno que trabaja para muchas mafias?¿Una rusa? No creo que sea buena idea ri..-dije desviando la mirada.

Suspiré con tristeza.
-Si, era una chica muy agradable...-miré el suelo unos momentos. Luego, levanté la vista, sonreí- Oh! De acuerdo.. vé tú..no hay problema!- reí sin ganas- Si.. un hombre entró...-recordé- ¿No vamos a ir?-repuse con un deje aniñado- Pero me encantan las bodas!-refunfuñé- Vale... veremos qué hacemos..-sonó mi movil. Contesté.- Diga?.... Si, soy yo, ¿Qué pasa?....¡¿QUE?!... ¿Qué enfermedad?...Oh!..oh...Esto.. no es bueno-murmuré apagadamente- Vale.. gracias..adios-colgué. Miré a Camilo, los ojos se me llenaron de lágrimas. Me limpié los ojos con el dorso de la mano, pero otra tanda de lágrimas los desvordaron nuevamente.
-Mi.. mi padre sufre de un severo caso de canser de pulmon..muy avanzado..-susurré.- No le queda mas de dos semanas..-la voz se me quebró dos veces. Miré desconsoladamente a Camilo.