Aribeth Crow

Aribeth Crow McHale

Mafia:  Estadounidense ( Cargo:Consigliere)

Edad: 24 años

Actividad: Profesora de primaria

Fecha de nacimiento: 18/01/1986

Descripción física:

Aribeth posee una larga cabellera rubia que desciende a lo largo de su espalda formando amplios bucles; cortado de forma escapada careciendo de flequillo que pudiese tapar su frente y/o sus ojos. Rostro alargado con una suave piel color canela; ojos pequeños y ligeramente alargados además de un bonito iris color lluvia; nariz recta rodeadas de dos pequeñas pecas; labios gruesos y rosados aunque generalmente están pintados de tonalidades más oscuras; pómulos rosados. Detrás de estos labios se esconde una perfecta y blanca dentadura.
 
Sus orejas ocultas entre los cabellos dejan ver cuatro pendientes, dos por oreja, y todos ellos de oro blanco; no le gustan los pendientes grandes y menos aún si son de oro. Cuello alargado generalmente con varios arañazos producto del roce con sus uñas. Goza de un notable busto del cual está bien orgullosa y no duda en aprovechar; curvas prácticamente perfectas envuelven su delgada figura que en un principio puede darle una sensación de fragilidad pero las apariencias engañan; trasero firme al igual que los muslos. Por otro lado, una de las partes de su cuerpo que más cuida son sus manos las manos ya que siempre está echándose crema y demás potingues para mantenerlas suaves y nutridas; dedos largos y en ocasiones rodeados por anillos sencillos de plata; uñas cuadradas, limadas al detalle y pintadas de un color rosa pastel.
 
Las piernas son bastante largas, es más supera el resto de su cuerpo por varios centímetros. Su altura roza el metro setenta y cinco; contextura delgada aunque no en exceso sencillamente está en el normal esto es debido a que por mucho que devora – no digamos come porque no se le puede llamar así – no engorda lo que debería.


Descripción psicológica:

Hace tres años podíamos encontrar a una Aribeth que siempre tenía una sonrisa en los labios independientemente de para quien fuese – claro que por aquel momento era una civil más que desconocía la existencia de las mafias- además de ser algo infantil y risueña también era torpe – en ocasiones demasiado-, odiaba cualquier tipo de arma y tenía un hobbie como era el boxeo, sin embargo ,toda ella ha cambiado en tres años.

Aribeth ahora es lo que se considera una mujer plena. Continúa con su sonrisa en los labios aunque ahora sabe perfectamente a quien dirigirla y a quien no aunque a veces no pueda evitarlo. Por otro lado, cualquier señal infantil ha desaparecido por completo para decantarse por objetivos más maduros, esto quizás haya sido debido al nacimiento de su hija Juliette – la cual tiene exactamente tres años- y la influencia de su pareja, Wade P.Harbin. Ella se toma la vida con tranquilidad – casi nunca se estresa y sacarla de sus casillas es bastante complicada salvo para su familia que tienen el impresionante don de ponerla de los nervios- y con un tono sarcástico que hace su carácter aún más especial.
Aribeth es una persona que no se rinde por muchas dificultades que le ponga la vida, a veces flaquea pero nunca llegar a rendirse. Su don es el de la palabra, considera que puede hacer mucho más daño – o bien – hablando que agrediendo una persona físicamente algo que sólo es momentáneo mientras que las palabras reinciden. La faceta más cariñosa de esta mujer sale con su familia los cuales quiere con locura y no dejaría nunca que les pasase nada malo, eso sin mencionar su faceta maternal.

Su peor defecto es lo cabezona que puede llegar cualquier asunto arriesgando hasta su propia vida si cree que lleva razón, que según ella siempre tiene la razón – siempre y cuando no sea algo patético-. Cuando se cabrea tiende a ser bastante irónica a la vez que gesticula bastante y se mueve de un lado a otro soltando toda clase de barbaridades por los gruesos labios.

Otras de sus pasiones son el boxeo – hace al menos seis años que lo practica aunque ahora menor tiempo-, por raro que parezca las armas de corto alcance – Sólo las tiene por precaución y para proteger a su pequeña; están guardadas en el cajón de la mesa de noche que está entre su cama y el armario empotrado de la habitación-. Además ha superado en parte su fobia a la sangre, ahora sólo se marea con las grandes cantidades.


Historia:

-Se…señora ¡Su hija tiene el cabello blanco! ¡Tiene canas! – dijo el médico sujetándome mientras yo lloraba como una descosida-.

-¿Qué? – Preguntó aún con la respiración alterada y el sudor descendiendo por la frente. La mujer miró a su marido algo desconcertada para segundos más tarde tender los brazos para cogerme, acto seguido su rostro cambió reflejando asco y repulsión por aquel inocente ser-.

Cuidaron de mi con la esperanza de que con el tiempo el cabello oscureciese pues me veían como un monstruo…llegaron a considerar que podría ser albina pero pronto lo descartaron ya que tenía pigmentación en su piel aunque no en el cabello.

Al cumplir el año y ver que no cambiaba decidieron internarme en uno de los internados más caros y privilegiados de la ciudad, el internado Fôrkrof para señoritas, dirigido por monjas. Durante los primeros años la convivencia fue medianamente buena después todo se ensombreció, mis padres no me visitaban, monjas cada día eran más estrictas y la mayoría de chicas se vendían por tabaco y/o alcohol.

Cuando cumplí la mayoría de edad mis padres tenían la intención de venirme a visitar, ¿Para qué? Nunca lo sabría pues en el trayecto se cruzaron en un tiroteo de las dos mafias. No me dolieron sus muertes, la verdad es que no puedes sentir nada por dos personas que nunca te han otorgado cariño…. Poco después heredé todos los bienes de mis “padres” (era hija única) y me marché de aquel lugar que me había servido de hogar durante todos estos años…


Las cosas han cambiado tanto durante este último tiempo; desde que salimos del hospital de Moscú todo ha ido muchisimo mejor, para que negárlo – aunque nunca pensé que contaría esto-... meses más tarde tuve a nuestra pequeña la cual llamamos Juliette, Juliette Isabella Harbin Crow, suena tan bien. Poro otro lado, nos establecimos en Greenwich, a las afueras de Londres tanto por comodidad como por seguridad e incluso mi cabello consiguió algo de pigmentación es más ahora es rubio y cuando le da el sol adquiere reflejos dorados.

Todo va muchisimo mejor, yo he cambiado...¡Hasta Wade ha cambiado¡, sinceramente está todo hecho un padrazo pero procuro no repetírselo demasiado o sino se acaba creciendo; y bueno, nuestra pequeña cada día está más linda claro que desde que comenzó a andar está hecha un trasto...toca absolutamente todo lo que ve teniendo el espíritu aventurero de su padre además del tono de sus cabellos, espero que pronto demuestre algo de mi aparte de su sonrisa que curiosamente en breve comenzarán a caerse los dientes de leche.

Por otro lado, he estado -y continuo- trabajando como profesora en un pequeño colegio del mismo pueblo – La verdad por Londres voy lo justo ya que aún tengo amargos recuerdos de la ciudad y Rusia mejor ni nombrarla, que ciertamente no hemos tenido ningún problema más con ellos salvo el último que no voy a narrar porque ya fue suficiente con haberlo vivido-.

Aunque después de todo este tiempo de paz algo que me dice que toco acabará cambiando, espero que sea para mejor pero lo dudo, la vida da tantas vueltas y nos dan tantos pocos momentos de paz y este momento ya ha sido suficientemente largo... o no.

Otros datos:

-Le encantan los dulces además de las películas románticas y salir al balcón para reflexionar sin importarle el clima.

-Su deporte favorito es el boxeo aunque también hace cinta y bicicleta estática en el pequeño gimnasio que ha acondicionado en una de las habitaciones del domicílo familiar.

-Tiene la manía de crujirse los dedos de las manos, las muñecas y el cuello cuando está nerviosa o le preocupa algo.

-Se marea viendo cantidades de sangre elevadas.

¡Actualizada! Cierro.